jueves, 28 de mayo de 2015

Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 478.



478  Oh Jesús mío, Tu sabes, solamente Tú sabes bien que mi corazón no conoce otro amor fuera de Ti.  Todo mi amor virginal es anegado en ti, oh Jesús, por la eternidad. Siento bien que Tu Sangre divina circula en mi corazón; no hay duda alguna que con Tu preciosísima Sangre ha entrado en mi corazón Tu purísimo Amor. Siento que moras en mí con el Padre y el Espíritu Santo o más bien siento que yo vivo en Ti, oh Dios inimaginable. Siento que me disuelvo en Ti como una gota en el océano. 


Siento que estas fuera de mí y en mis entrañas, siento que estas en todo lo que me rodea, en todo lo que me sucede. Oh Dios mío, Te he conocido dentro de mi corazón y Te he amado por encima de cualquier cosa que exista en la tierra o en el cielo. Nuestros corazones se entienden mutuamente, pero ningún hombre lo comprenderá.

























El exégeta del siglo XXI.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario