(114) JMJ
Cracovia – Pradnik, 2 VI 1938
Ejercicios espirituales de tres días
1752 Bajo la dirección del
Maestro, Jesús. Él Mismo me ordenó hacer estos ejercicios espirituales y Él
Mismo estableció los días para hacerlos, es decir tres días antes de la venida
del Espíritu Santo y Él Mismo los dirigió.
Sin embargo, pedí al confesor el permiso para poder hacer estos
ejercicios y lo obtuve. Lo pedí también a la Madre Superiora y también de ella
lo obtuve. Había decidido que sin el
permiso de las Superioras no los haría.
Empecé la novena al Espíritu Santo y esperaba la respuesta de la Madre
Superiora.
(115) Hoy deberían comenzar los ejercicios espirituales y yo no
tengo ninguna noticia sobre cuál es la opinión de la Madre Superiora.
Por la noche, cuando fui al oficio, durante las letanías vi al
Señor Jesús: Hija Mía, empezamos los ejercicios espirituales. Contesté: Jesús,
mi amadísimo Maestro, discúlpame, pero no voy a hacerlos, porque no sé si la
Madre Superiora me da su permiso o no. Quédate tranquila, hija Mía, la
Superiora te ha dado su permiso, lo sabrás mañana por la mañana, pero
comenzamos los ejercicios esta noche….
Y efectivamente, por la noche la Madre Superiora telefoneó a la
hermana [419] que me asiste en esta enfermedad para que me dijera que me
permitía hacer los ejercicios espirituales; sin embargo la hermana se olvidó decírmelo
y me lo dijo sólo a la mañana del día siguiente (116) disculpándose mucho
conmigo por no habérmelo dicho el día. Anterior. Le contesté: Esté tranquila,
yo ya he empezado los ejercicios espirituales según el deseo de la Superiora.
1753 +
Primer día
Por la noche Jesús me dio el tema de la meditación. En el primer
momento el temor y .la alegría penetraron mi corazón. Entonces me estreché a su
Corazón y el temor desapareció y se quedó la alegría. Me sentí por completo
como hija de Dios, y el Señor me dijo: No tengas miedo de nada, lo que está
vedado a los demás, te está concedido a ti; las gracias que a otras almas no
les está concedido ver ni siquiera desde lejos, te nutren a ti cada día como el
pan cotidiano.
1754 Considera, hija Mía,
quién es Aquél al cual tu corazón está estrechamente unido por los votos….
Antes de crear el mundo, te amaba con el amor que ahora experimenta tu corazón
y por todos los siglos (117) Mi amor no cambiará jamás.
1755 Aplicación: Al solo
recuerdo de Aquél con quien mi corazón estaba esposado, mi alma entró en un
recogimiento más profundo y una hora me pasó como un minuto. En este recogimiento conocí los atributos de
Dios. Inflamada así interiormente de
amor, salí al jardín para refrescarme; al mirar al cielo, una nueva llama de
amor me inundó el corazón. Luego oí estas palabras:
1756 Hija Mía, si has agotado
el tema que te ha sido propuesto, te daré otro. Contesté: Oh Majestad infinita,
no me bastará la eternidad para conocerte…. Sin embargo, mi amor hacia Ti ha
crecido muchísimo. Como un acto de agradecimiento deposito mi corazón a Tus
pies, como un capullo de rosa: que su perfume encante Tu Divino Corazón ahora y
en la eternidad. Qué paraíso [hay] en el alma cuando el corazón siente ser tan
amado por Dios….
1757 (118) Hoy vas a leer el
capitulo quince [del] Evangelio de San Juan.
Deseo que leas muy despacio.
Meditación segunda
1758 Hija mía, medita sobre la
vida divina que se encuentra en la Iglesia para la salvación y la santificación
de tu alma. Considera cómo aprovechas estos tesoros de gracias, estos esfuerzos
de Mi amor.
1759 Aplicación: Oh Jesús tan
compasivo, no siempre he sabido aprovechar estos dones inestimables, porque no
reparaba en el don mismo sino que me fijaba demasiado en el recipiente, en el
que me entregabas tus dones. Oh mi
dulcísimo Maestro, a partir de ahora ya será de otro modo: aprovecharé Tu
gracia según pueda mi alma. Me sostendrá la fe viva; la gracia que me enviarás
bajo cualquier aspecto, la aceptaré directamente de Ti sin pensar en el
recipiente en (119) el cual me la enviarás. Si no siempre está en mi poder de
recibirla con alegría, lo haré siempre sometiéndome a Tu santa voluntad.
1760 + Conferencia sobre la lucha
espiritual
Hija Mía, quiero instruirte sobre la lucha espiritual. Nunca
confíes en ti misma, sino que abandónate totalmente a Mi voluntad. En el
abandono, en las tinieblas y en diferentes dudas recurre a Mí y a tu director
espiritual, él te responderá siempre en Mi nombre. No te pongas a discutir con
ninguna tentación, enciérrate inmediatamente en Mi Corazón y a la primera
oportunidad, revélala al confesor. Pon el amor propio en el último lugar para
que no contamine tus acciones. Sopórtate a ti misma con gran paciencia. No
descuides las mortificaciones interiores. Justifica siempre dentro de ti la
opinión de las Superioras y del confesor. Aléjate de los murmuradores como de
una peste. (120) Que todos se comporten
como quieran, tu compórtate como Yo exijo de ti. Observa la regla con máxima
fidelidad. Después de sufrir un disgusto, piensa qué cosa buena podrías hacer
para la persona que te ha hecho sufrir. Evita la disipación. Calla cuando te
amonestan; no preguntes la opinión de todos sino de tu director espiritual; con
él sé sincera y sencilla como una niña. No te desanimes por la ingratitud; no
examines con curiosidad los caminos por los cuales te conduzco. Cuando el
aburrimiento y el desanimo llamen a tu corazón, huye de ti misma y escóndete en
Mi Corazón. No tengas miedo de la lucha a menudo el solo valor atemoriza las
tentaciones, y no se atreven a atacarnos. Lucha siempre con esta profunda
convicción de que Yo estoy a tu lado. No te dejes guiar por el sentimiento,
porque él no siempre está en tu poder, todo el merito está en la voluntad. Depende
siempre de las Superioras en las cosas más pequeñas. No te hago ilusiones con
la paz (121) y los consuelos, sino que prepárate a grandes batallas. Has de
saber que ahora estas sobre un escenario donde te observan la tierra y todo el
cielo, lucha como un guerrero para que pueda concederte el premio; no tengas
mucho miedo, porque no estás sola.
Segundo
día
1761 Hija Mía, hoy considera
Mi dolorosa Pasión, toda su inmensidad; medítala como si hubiera sido
emprendida exclusivamente por ti.
1762 Aplicación: Cuando empecé
a sumergirme en la divina Pasión, descubrí el gran valor del alma humana y toda
la maldad del pecado y conocí cómo yo no sabía sufrir. Para adquirir meritos por los sufrimientos,
uniré mis sufrimientos a la Pasión del Señor Jesús pidiendo gracia para las
almas agonizantes a fin de que la misericordia de Dios las envuelva en ese
importante momento…….
(122) Segunda meditación
1763 Hija Mía, medita sobre la
regla y los votos que Me has hecho a Mí.
Tú sabes cuánto los aprecio y todas las gracias que tengo para las almas
de los religiosos se relacionan con la regla y los votos.
1764 Aplicación: Oh Jesús mío,
advierto aquí muchas faltas, pero por merito de Tu gracia no recuerdo una
infracción consciente y voluntaria de la regla o de los votos religiosos; sigue
guardándome, oh mi buen Jesús, porque por mi misma soy débil.
1765 Hoy, hija Mía, tomarás
por lectura el capitulo diecinueve del Evangelio de San Juan y lee no sólo con
los labios sino con el corazón….
1766 Durante esta lectura mi
alma estaba colmada de una profunda tristeza. Conocí toda la ingratitud de las
criaturas para con su Creador y Señor. Pedí que Dios me perseverara de la
ceguera del intelecto.
1767 Conferencia sobre el
sacrificio y la oración.
(123) Hija Mía, quiero enseñarte a salvar las almas con el
sacrificio y la oración. Con la oración y el sacrificio salvarás mas almas que
un misionero sólo a través de predicas y sermones. Quiero ver en ti una ofrenda
de amor vivo, ya que sólo entonces tiene el poder frente a Mí. Tienes que ser aniquilada, destruida, vivir
como si estuvieras muerta en tu esencia más secreta. Tienes que ser destruida
en este rinconcito secreto donde el ojo humano no llega nunca y entonces serás
para Mi una ofrenda agradable, un holocausto, lleno de dulzura y perfume y tu
fuerza será potente cuando intercedas por alguien. Por fuera tu sacrificio debe
ser: escondido, silencioso, impregnado de amor, saturado de oración. Exijo de
ti, hija Mía, que tu sacrificio sea puro y lleno de humildad para que pueda
complacerme en él. No te escatimaré Mi gracia para que puedas cumplir lo que
exijo de ti. Ahora te instruiré (124) en qué consistirá este holocausto en la
vida cotidiana para preservarte de las ilusiones. Aceptarás con amor todos los
sufrimientos; no te aflijas si muchas veces tu corazón siente repugnancia y
aversión por este sacrificio. Todo su poder está encerrado en la voluntad, por
lo tanto los sentimientos contrarios no sólo no disminuyen este sacrificio a
Mis ojos, sino que lo hacen más grande. Has de saber que tu cuerpo y tu alma
estarán a menudo en el fuego. Aunque en algunas horas no Me sientas, pero Yo
estaré junto a ti. No tengas miedo, Mi gracia estará contigo….
Tercer
día
1768 Hija Mía, en esta
meditación considera el amor al prójimo: ¿es Mi amor lo que te guía en el amor
al prójimo?, ¿rezas por los enemigos?, ¿deseas el bien a quienes te han
entristecido o te han ofendido de cualquier modo?
Has de saber que cualquier (125) cosa buena que hagas a cualquier
alma, la acojo como si la hubieras hecho a Mi Mismo.
1769 Aplicación: Oh Jesús,
Amor mío. Tu sabes que en las relaciones con el prójimo, sólo desde hace poco
me guío exclusivamente por Tu amor.
Solamente Tú conoces mis esfuerzos encaminados a alcanzar este fin. Ahora me resulta más fácil, pero si Tú Mismo
no hubieras encendido este amor en mi alma, no habría logrado perseverar en él.
Es gracias a Tu amor Eucarístico que me inflama cada día.
Segunda meditación
1770 Ahora vas a meditar sobre
Mi amor en el Santísimo Sacramento. Aquí
estoy entero para ti, con el cuerpo, el alma y la divinidad, como tu Esposo. Tú
sabes lo que exige el amor, una sola cosa, es decir, la reciprocidad….
1771 Aplicación: Oh Jesús mío,
Tu sabes que deseo amarte con el amor con el cual (126) hasta ahora ningún alma
Te ha amado. Desearía que el mundo entero se transformara en el amor hacia ti,
Esposo mío. Tú me alimentas con la leche y la miel de Tu Corazón. Desde los
años más tempranos me has criado Tu Mismo para Ti, con el fin de que ahora sepa
amarte. Tú sabes que Te amo, porque sólo Tú conoces la profundidad del
sacrificio que Te ofrezco cada día.
1772 Jesús me dijo: Hija Mía,
¿tienes alguna dificultad en estos ejercicios espirituales? Contesté que no
tenía. Durante estos ejercicios espirituales mi mente es como un relámpago. Con
gran facilidad penetro todos los misterios de la fe, Maestro mío y Guía. Bajo
el rayo de tu luz toda la oscuridad desaparece de mi mente.
1773 Hoy, como lectura tomarás
el santo Evangelio escrito por San Juan, capitulo 21. Vívelo más con el corazón
que con la mente.
1774 (127) + Durante el oficio
que se celebra en el mes de junio, el Señor me dijo: Hija Mía, en tu corazón he
depositado Mi complacencia. Cuando Me quedé en el Santísimo Sacramento el
Jueves Santo, has contado mucho en Mi mente.
1775 Después de estas palabras
mi amor se esforzó para expresarle lo que Él era para mí y no logré encontrar
palabras y rompí a llorar por mi impotencia. Y Jesús dijo: Soy para ti la
Misericordia Misma, por lo tanto te pido que Me ofrezcas tu miseria y esta
impotencia tuya, y con esto alegrarás Mi Corazón.
1776 Hoy, en mi alma ha
entrado una llama de amor divino tan viva que si hubiera durado mas tiempo, me
habría quemado en este fuego, liberándome de las ataduras del momento actual. Me
parecía que bastaba un momentito más para que me hundiera en el océano de amor.
No sé describir estas flechas de amor que traspasan mi alma.
1777 (128) + Conferencia sobre la misericordia
Has de saber, hija Mía, que Mi Corazón es la Misericordia Misma. De
este mar de misericordia las gracias se derraman sobre el mundo entero. Ningún alma que se haya acercado a Mi, se ha
retirado sin consuelo. Toda miseria se
hunde [en] Mi misericordia y de este manantial brota toda gracia, salvadora y
santificante. Hija Mía, deseo que tu corazón sea la sede de Mi misericordia. Deseo
que esta misericordia se derrame sobre el mundo entero a través de tu corazón. Cualquiera
que se acerque a ti, no puede retirarse sin confiar en esta misericordia mía
que tanto deseo para las almas. Reza, cuanto puedas, por los agonizantes,
impetra para ellos la confianza en Mi misericordia, porque son ellos los que
mas necesitan la confianza quienes la tienen muy poca. Has de saber que la
gracia de la salvación eterna de algunas almas en el último momento dependió de
tu oración. Tu conoces todo el abismo de Mi misericordia, (129) entonces recoge
de ella para ti y especialmente para los pobres pecadores. Antes el cielo y la
tierra se vuelven a la nada, que Mi misericordia deje de abrazar a un alma
confiada.
1778 Mi propósito sigue siendo
el mismo: la unión con Cristo Misericordia.
1779 Fin de los ejercicios
espirituales; última conversación con el Señor.
Te agradezco, Amor eterno, por Tu inconcebible benevolencia para
mí, por ocuparte Tu Mismo directamente de Mi santificación. Hija Mía, que te
adornen especialmente tres virtudes; humildad, pureza de intención [y] amor. No
hagas nada mas, sino lo que exijo de ti y acepta todo lo que te dé Mi mano. Procura
vivir en el recogimiento para oír Mi voz que es tan bajita que solo la pueden
oír las almas recogidas…..
1780 (130) Hoy, hasta la
medianoche no he conseguido dormirme por estar tan preocupada de la renovación
de los votos al día siguiente. La grandeza de Dios envolvía todo mi ser.
1781 Pentecostés [420]. Renovación
de los votos.
Me levanté mucho [421] antes que de costumbre y fui a la capilla
sumergiéndome en el amor de Dios. Antes de recibir la Santa Comunión renové mis
votos religiosos en voz baja. Después de la Santa Comunión me ha abrazado el
inconcebible amor de Dios. Mi alma estaba en comunión con el Espíritu Santo que
es el Mismo Señor que el Padre y el Hijo. Su soplo llena mi alma de tanto
deleite que me esforzaría en vano si quisiera dar aunque en parte la idea de lo
que vivía mi corazón. A lo largo de todo el día, en todas partes donde estaba y
durante cada conversación, me ha acompañado la viva presencia de Dios; mi alma
se ha sumergido en agradecimiento por estas grandísimas gracias.
1782 (131) + Hoy, cuando salí
al jardín, el Señor me dijo: Vuelve a tu habitación aislada, porque te esperaré
allí. Al volver, vi inmediatamente al Señor Jesús que estaba sentado a la mesa
y me esperaba. Mirándome bondadosamente me dijo: Hija Mía, deseo que ahora
escribas, porque ese paseo no habría sido conforme a Mi voluntad. Me he quedado
sola y en seguida me he puesto a escribir.
1783 + Al sumergirme en la
oración y unirme a todas las Misas que en ese momento se estaban celebrando en
el mundo entero, rogué a Dios, a través de todas esas Santas Misas, la misericordia
para el mundo y especialmente para los pobres pecadores que en ese momento
estaban en agonía. Y en aquel momento dentro de mi recibí la respuesta de Dios,
de que mil almas (132) habían recibido la gracia a través de la oración que yo
había elevado a Dios. No sabemos qué numero de almas que podemos salvar con
nuestras oraciones y nuestro sacrificio, por eso oremos siempre por los
pecadores.
1784 Hoy, durante una
conversación más larga, el Señor me dijo: Cuánto deseo la salvación de las
almas. Mi queridísima secretaria, escribe que deseo derramar Mi vida divina en
las almas humanas y santificarlas, con tal de que quieran acoger Mi gracia. Los
más grandes pecadores llegarían a una gran santidad si confiaran en Mi
misericordia. Mis entrañas están colmadas de misericordia que está derramada
sobre todo lo que he creado. Mi deleite es obrar en el alma humana, llenarla de
Mi misericordia (133) y justificarla. Mi reino en la tierra es Mi vida en las
almas de los hombres. Escribe, secretaria mía, que el director de las almas lo
soy Yo Mismo directamente, mientras indirectamente las guío por medio de los
sacerdotes y conduzco a cada una a la santidad por el camino que conozco
solamente Yo.
1785 Hoy me visitó la Madre
Superiora pero por muy breve momento. Al mirar a su alrededor me ha dicho que
lo que me rodeaba era demasiado bonito. Y realmente, las hermanas tratan de
hacerme amena la estancia en el sanatorio. Pero toda la belleza no disminuye mi
sacrificio que solamente Dios ve y que terminará en el momento en que mi
corazón dejará de latir. Ninguna belleza de toda la tierra ni del cielo mismo
borrará el tormento de mi alma que es vivo a cada momento (134) aunque muy
intimo. Terminará cuando Tu Mismo, Autor de mi tormento, me digas: “Basta”. Nada
tiene el poder de reducir mi sacrificio.
1786
Primer viernes después de Corpus Cristo
[422]
[17 VI 1938].
Ya el viernes después de Corpus Cristo me sentí tan mal que pensé
que se acercaba el momento deseado. Apareció una fiebre alta y por la noche
escupí mucha sangre. Sin embargo, en la mañana fui a recibir al Señor Jesús,
pero yo no pude quedarme a la Santa Misa. Por la tarde, la fiebre bajó
repentinamente a 35,8. Me sentía tan débil que tuve la sensación como si todo
en mi estuviera muriendo. Pero cuando me sumergí en una oración más profunda,
conocí que no era todavía el momento de la liberación, sino una llamada más
cercana del Esposo.
1787 Al encontrarme con el
Señor, (135) le dije: Me engañas, Jesús, me enseñas la puerta abierta del cielo
y me dejas nuevamente en la tierra. Y el Señor me dijo: Cuando veas en el cielo
tus días actuales, te alegrarás y querrás ver tantos como sea posible. No Me
extraña, hija Mía, que ahora no logres comprender esto, ya que tu corazón esta
desbordado de dolor y de anhelo por Mi. Me gusta tu vigilancia; te baste Mi
palabra que ya no queda mucho.
Y otra vez mi alma se encontró en el destierro. Me uní
cariñosamente a la voluntad de Dios, sometiéndome a sus amorosos designios.
1788 + Las conversaciones
sobre las cosas del mundo que escucho aquí me cansan tanto que estoy a punto de
desmayarme. Lo han notado las hermanas que me asisten, ya que esto se refleja
por fuera.
1789 (136) + Hoy [423] he
visto la gloria de Dios que fluye de esta imagen. Muchas almas reciben gracias
aunque no lo digan abiertamente. Aunque
su suerte varia, Dios recibe gloria a través de ella y los esfuerzos de Satanás
y de la gente mala se estrellan y vuelven a la nada. A pesar de la maldad de
Satanás, la Divina Misericordia triunfará en el mundo entero y recibirá el
culto de todas las almas.
1790 He aprendido que para que
Dios pueda obrar en un alma, ésta tiene que renunciar a actuar por su propia
cuenta, ya que en el caso contrario Dios no realizará en ella su voluntad.
1791 Cuando se acercaba una
gran tormenta, me puse a rezar la coronilla. De repente oí la voz de un ángel: No
puedo acercarme con (137) la tempestad, porque el resplandor que sale de su
boca me rechaza a mí y a la tormenta. Se quejaba el ángel con Dios. De súbito
conocí lo mucho que había de devastar con esa tempestad, pero conocí también
que esa oración era agradable a Dios y lo potente que es la coronilla.
1792 Conocí que cierta alma
que es muy agradable a Dios, a pesar de distintas persecuciones, es revestida
por Dios de una dignidad más elevada, por lo cual mi corazón experimentó un
gozo muy grande.
1793 Mis momentos más gratos
son aquellos cuando estoy conversando con el Señor dentro de mí. Procuro, según
está en mi poder, que no esté solo; a Él le gusta estar siempre con nosotros…..
1794 (138) + Oh Jesús, Dios
eterno, Te agradezco por tus innumerables gracias y bendiciones. Que cada
latido de mi corazón sea un himno nuevo de agradecimiento a Ti, oh Dios. Que
cada gota de mi sangre circule para Ti, Señor. Mi alma es todo un himno de
adoración a Tu misericordia. Te amo, Dios, por ser Tu Mismo.
1795 Oh Dios mío, aunque los
sufrimientos son grandes y se prolongan, los acepto de tu mano como un
magnifico regalo. Los acepto todos, también aquellos que otras almas no han
querido aceptar. Puedes venir a mi, oh Jesús, con todo, no Te negaré nada; Te
pido una sola cosa, dame la fuerza para soportarlos y haz que sean meritorios. Aquí
tienes todo mi ser, haz conmigo lo que quieras.
1796 (139) Hoy he visto el
Sagrado Corazón de Jesús en el cielo [en] una gran claridad; de la herida
salían los rayos y se difundían por el mundo entero.
1797 Hoy el Señor entro en mi
[habitación] y me dijo: Hija Mía,
ayúdame a salvar las almas. Irás a casa
de un pecador agonizante y rezarás esta coronilla con lo cual obtendrás para él
la confianza en Mi misericordia, porque ya está en la desesperación.
1798 De repente me encontré en
una cabaña desconocida donde, entre terribles tormentos, agonizaba un hombre ya
avanzado en años. Alrededor de la cama
había una multitud de demonios y la familia estaba llorando. Cuando empecé a rezar, los espíritus de las
tinieblas se dispersaron con silbidos y amenazas dirigidas a mí. Esa alma se tranquilizó y llena de confianza
descansó en el Señor.
En el mismo instante me encontré en mi habitación. Cómo esto sucede, no lo sé.
+
1799 (140) JMJ. Siento que
alguna fuerza me defiende y protege de las flechas del enemigo. Me custodia y
defiende, lo siento muy bien, estoy protegida como si estuviera a la sombra de
sus alas.
1800 Oh Jesús mío, sólo Tú
eres bueno. Aunque mi corazón se esforzara para describir al menos una pequeña
parte de Tu bondad, no seria capaz; eso supera cualquier imaginación nuestra.
1801 Un día, durante la Santa
Misa, el Señor me hizo conocer mas profundamente su santidad y su Majestad y al
mismo tiempo conocí mi miseria. Me
regocijé de ese conocimiento y toda mi alma se sumergió en su misericordia; me
siento sumamente (141) feliz.
El exégeta del siglo XXI.
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