jueves, 7 de mayo de 2015

Diario de Santa Faustina Kowalska, del 697 al 699



697   Oh Jesús, Tu sabes que amo el sufrimiento y deseo vaciar el cáliz de los sufrimientos hasta la ultima gota y, sin embargo, mi naturaleza notó un ligero escalofrió y cierto temor, pero en seguida mi confianza en la infinita misericordia de Dios se despertó con toda su potencia y todo tuvo que ceder delante de ella como la sombra delante de un rayo de sol.  Oh Jesús, qué grande es Tu bondad; la infinita bondad Tuya que conozco bien me permite mirar con entereza a los ojos de la muerte misma.  Sé que nada puede sucederme sin su permiso.  Deseo glorificar Tu misericordia infinita en la vida, en la hora de la muerte y en la resurrección y en la eternidad.

        (137) + Oh Jesús mío, mi fuerza, mi paz y mi descanso, en los rayos de Tu misericordia se sumerge mi alma todos los días, no conozco ni un momento de mi vida en que no haya experimentado Tu misericordia, oh Dios.  En toda mi vida no cuento con nada, sino con Tu misericordia infinita, oh Señor que es la guía de mi vida.  Mi alma está llena de la misericordia de Dios.

698+    Oh, cuánto hiere a Jesús la ingratitud de un alma elegida.  Su amor inefable padece un martirio.  Dios nos ama con todo su Ser infinito, cual Él es, y un polvo miserable desprecia este amor.  Mi corazón estalla de dolor cuando veo tal ingratitud.


699   Una vez, oí estas palabras: Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible (138) misericordia Mía.  Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores.  Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia.  Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia.  El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas.  En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias.  Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata.  Mi misericordia es tan grande que en toda la eternidad no la penetrará ningún intelecto humano ni angélico.  Todo lo que existe ha salido de las entrañas de Mi misericordia.  Cada alma respecto a mi, por toda la eternidad meditará Mi amor y Mi misericordia.  La Fiesta de la Misericordia ha salido de Mis entrañas (139, deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua.  La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la Fuente de Mi misericordia.


















El exégeta del siglo XXI.

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