148 (70) + Un alma noble y
delicada puede ser también la mas sencilla, pero de sentimientos delicados; tal
alma en todo ve a Dios, lo encuentra en todas partes, sabe encontrar a Dios
incluso en las cosas mas insignificantes. Para ella todo tiene algún significado,
aprecia mucho todo, agradece a Dios por cada cosa, de cada cosa saca provecho
para el alma y dirige a Dios toda alabanza. Confía en Él y no se impresiona
cuando llega el momento de la prueba. Sabe que Dios siempre es el mejor Padre y
da poca importancia a las consideraciones humas. Sigue fielmente el más pequeño
soplo del Espíritu Santo, goza por este Huésped espiritual y se agarra a Él
como un niño a la madre. Allí otras almas se detienen y asustan. Ella sigue
adelante sin temor y sin dificultad.
149 Cuando el Señor Mismo
quiere estar al lado de un alma y guiarla, aleja todo lo que es exterior. Cuando
me enfermé y fui trasladada a la enfermería, tuve muchos disgustos por este
motivo. Éramos dos las internadas en la enfermería. A Sor N. venían a visitarla
otras hermanas, a mi nadie me visitó. Es verdad que la enfermería es una sola,
pero cada una tiene su propia celda. Las noches de invierno eran largas, la
Hermana N. tenía la luz, los auriculares de la radio y yo ni siquiera pude
preparar las meditaciones por falta de luz.
150 Así pasaron casi dos
semanas, una noche me quejaba al Señor de tener muchos tormentos, de no poder
ni siquiera preparar las meditaciones por no tener luz y me dijo el Señor que
vendría todas las noches y me dictaría los temas para la meditación del día
siguiente. Los temas se referían siempre a su dolorosa Pasión. Me decía: Contempla Mi tormento delante de Pilato. Y
así, punto por punto, durante toda la semana contemplé su dolorosa Pasión. Desde
aquel momento una gran alegría entró en mi alma y ya no deseaba ni visitas, ni
luz. Me bastaba Jesús por cada cosa. Las Superioras, cuidaban muchísimo a las
enfermas, sin embargo, el Señor dispuso las cosas de tal manera que me sentí
abandonada. Pero este mejor Maestro, para poder obrar directamente en el alma,
apartará todo lo que es creado. Mas de una vez sufrí tantas y tan distintas
persecuciones y tormentos, que la misma Madre M. [81] me dijo: En su camino, hermana, los sufrimientos
brotan directamente de debajo de la tierra. Me dijo: Yo
la miro, hermana, (71) como si estuviera crucificada, pero he observado que
Jesús de algún modo entra en esto. Sea
fiel al Señor, hermana.
Jesús en Vos Confío
151 + Deseo anotar un sueño que tuve sobre Santa
Teresa del Niño Jesús. Era todavía novicia y tenía ciertas dificultades que no
lograba resolver. Eran dificultades interiores relacionadas con las
dificultades exteriores. Hice muchas novenas a varios santos, sin embargo la
situación se hacia cada vez mas pesada. Mis sufrimientos debido a esto eran tan
grandes que ya no sabia como seguir viviendo; pero de repente me vino la idea
de rogar a Santa Teresa del Niño Jesús. Empecé la novena a esta Santa, porque
antes de entrar [en el convento] le tenia una gran devoción. Ahora la había
descuidado un poco, pero en esta necesidad, empecé a rogar nuevamente con todo
el fervor. El quinto día de la novena soñé con Santa Teresa, pero como si
estuviera todavía en la tierra. Me encubrió a mí el conocimiento de que era
santa y comenzó a consolarme, que no me entristeciera por ese asunto, sino que
confiara más a Dios. Me dijo: Yo también sufrí muchísimo. Pero yo no estaba muy convencida de que ella
hubiera sufrido mucho y le dije que me parecía que: Tú no sufriste nada. Pero Santa Teresa contestó, asegurándome que
había sufrido mucho y me dijo: Sepa hermana,
que dentro de tres días usted resolverá este asunto de la mejor manera. Como yo no estaba muy dispuesta a
creerle, ella se me dio a conocer como santa.
Entonces la alegría llenó mi alma y le dije: Tú eres santa. Y ella me contestó: Si, soy santa y tú ten confianza en que resolverás este asunto dentro
de tres días. Y le dije: Santa
Teresita, dime si estaré en el cielo. Me
contestó: Estarás en el cielo, hermana. ¿y seré santa? Me contestó: Serás tan santa como yo, pero tienes que
confiar en el Señor Jesús. Y le
pregunté si [mi] padre y [mi] madre estarían en el cielo, si (72) [la frase sin terminar] me contestó: Estarán. Y pregunté todavía: Y mis hermanas y hermanos, ¿estarán en
el cielo? Me contesto que rogara por ellos mucho, sin darme una respuesta
clara. Entendí que necesitaban muchas
oraciones.
Fue un sueño y según dice el
proverbio [polaco]: el sueño es una ilusión, mientras Dios es certeza, pero tal
y como me había dicho, al tercer día resolví ese difícil problema con gran
facilidad. Según me había dicho, se cumplió en todos los detalles lo referente
al asunto. Fue un sueño, pero tuvo su significado.
El exégeta del siglo XXI.
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