martes, 11 de agosto de 2015

Diario de Santa Faustina Kowalska, 861-869



+ Propósitos para el año 1937, día 1, mes I

861     Propósito particular: continuar con lo mismo, es decir, unirme a Cristo misericordioso, o sea ¿qué haría Cristo en ese o en aquel caso?, y con el espíritu abrazar el mundo entero, especialmente Rusia y España.

Propósitos generales

I.  Rigurosa observancia del silencio, el recogimiento interior.

            II.  En cada hermana ver la imagen de Dios y de este estimulo debe provenir todo el amor al prójimo.

            III.  En cada momento de la vida cumplir fielmente la voluntad de Dios y vivir de ella.

            IV.  Rendir cuentas fielmente de todo al director espiritual y no emprender nada de importante sin acordarlo con él.  Trataré de revelar claramente los mas secretos rincones de mi alma delante de él, recordando (239) que trato con Dios Mismo, pero como sustituto está solamente un hombre, por lo tanto todos los días debo pedir la luz para él.

            V.  En el examen de conciencia de la noche preguntarme:  ¿Y si me llamara hoy mismo?

            VI.  No buscar a Dios, lejos, sino que en mi propio interior tratar con Él cara a cara.

            VII.  En los sufrimientos y en las tribulaciones acudir al tabernáculo y quedar en silencio.

            VIII.  Unir todos los sufrimientos, las plegarias, los trabajos, las mortificaciones a los meritos de Jesús a fin de implorar misericordia por el mundo.
           
            IX.  Los momentos libres, aunque breves, aprovecharlos para rogar por los agonizantes.

            X.  Que no haya ni un día en mi vida, en el que no recomiende fervorosamente la obra de nuestra Congregación.  Nunca hacer caso a la consideración humana.

            XI.  No tener familiaridad con nadie.  Con las alumnas, firmeza benévola, paciencia sin limites, castigarlas severamente pero con un castigo de este tipo: plegaria y sacrificio de mi misma; la fuerza que hay en el anonadarme por ellas es para (240) ellas un continuo remordimiento de conciencia y se ablandan sus corazones obstinados.

            XII.  La presencia de Dios es el fundamente de todas mis acciones y mis palabras y mis pensamientos.

            XIII.  Aprovechar toda ayuda espiritual.  Poner siempre el amor propio en su debido lugar, es decir, en el último.  Hacer los ejercicios espirituales como si los hiciera por última vez en la vida; de la misma manera cumplir todos mis deberes.

862     2 I [1937].  El nombre de Jesús.  Oh, qué grande es Tu nombre, oh Señor, es la fortaleza de mi alma.  Cuando las fuerzas faltan y las tinieblas se agolpan en el alma, entonces Tu nombre es el sol cuyos rayos iluminan, pero también calientan y el alma bajo su influencia se vuelve bella e irradia el resplandor de Tu nombre.  Cuando oigo el dulcísimo nombre de Jesús, mi corazón late con mas fuerza y hay momentos en que oyendo el nombre de Jesús, caigo desvanecida.  Mi espíritu se lanza hacia Él.

863     (241) Este día es para mi especialmente importante, este día he ido por primera vez a hacer pintar la imagen [277]; este día por primera vez, la Divina Misericordia ha sido honrada exteriormente de manera particular; a pesar de ser conocida desde hace mucho, pero ahora en la forma deseado por el Señor.  Este día del dulcísimo nombre de Jesús me recuerda muchas gracias particulares.


864     3 I.  Hoy me visitó la Madre Superiora de la comunidad que atiende el hospital, con una de sus hermanas [278].  Un largo momento hemos hablado de cosas espirituales.  Me di cuenta de que era una gran asceta, por eso nuestra conversación fue agradable a Dios.

Hoy ha venido a verme una señorita; me he dado cuenta de que sufría, no tanto del cuerpo, como del alma.  La he confortado como he podido, pero mis palabras de consuelo no han sido suficientes.  Era una pobre huérfana que tenia el alma inmersa en la amargura y en el dolor.  Ha desnudado su alma delante de mi y me ha revelado todo; he comprendido (242) que en ese caso las palabras de simple consuelo eran insuficientes.  He rogado ardientemente al Señor por aquella alma y he ofrecido a Dios mi alegría, para que se la dé a ella y a mi me quite toda sensación de gozo.  Y el Señor ha escuchado mi plegaria; a mi me ha quedado el alivio de que ella ha sido consolada.

865     Adoración.  El primer domingo.  Durante la adoración fui tan apremiada a obrar [279] que rompí a llorar y dije al Señor: Jesús, no me apresures, sino que inspira a aquellos de los cuales sabes que retrasan esta obra.  Y oí estas palabras: Hija Mía, quédate tranquila, ya dentro de poco.

866     Durante las vísperas oí estas palabras: Hija Mía, deseo descansar en tu corazón, ya que muchas almas Me han arrojado hoy de su corazón, he experimentado una tristeza mortal.  Traté de consolar al Señor ofreciéndole mil veces mi amor, sentí en el alma la repugnancia por el pecado.

867     (243) + Mi corazón bebe una continua amargura, porque anhelo ir a Ti, Señor, a la plenitud de la vida.  Oh Jesús, qué horrible desierto me parece esta vida, en esta tierra no hay alimento para mi corazón y mi alma, sufro nostalgia por Ti, oh Señor.  Me has dejado, oh Señor, la Santa Hostia, pero ella incendia aun más el anhelo de mi alma por Ti, Dios eterno y Creador mío.  Oh Jesús, deseo unirme a Ti, escucha los suspiros de Tu esposa.  Oh, cuánto sufro por no poder unirme todavía a Ti, pero que se haga según Tus deseos.

868     5 I 1937.  Esta noche he visto a cierto sacerdote que estaba necesitado de oración por cierta causa.  He rogado con fervor porque esta causa es también muy querida a mi corazón.  Te agradezco, Jesús, por Tu bondad.


869     ¡Oh Jesús de la misericordia!  Abraza al mundo entero y estréchame a Tu Corazón…. Permite a mi alma, oh Señor, descansar en el mar de Tu misericordia insondable.

























El exégeta del siglo XXI.

Diario de Santa Faustina Kowalska, 1001-1008



+

(1) JMJ [298


1001   Te doy gracias, oh Señor, Maestro mío,
            Por haberme transformado toda en Ti
            Y porque me acompañas a través de las adversidades de la vida
            No temo nada cuando estás en mi corazón.

+
JMJ

1002   La cena del Señor está servida,
            Jesús se sienta a la mesa con los Apóstoles,
            Todo su Ser está transformado en amor,
            Porque tal fue el consejo de la Santísima Trinidad.

            Deseo ardientemente cenar con ustedes,
            Antes de sufrir mortalmente,
            Me voy el amor me retiene con ustedes.
            Derrama su sangre, da la vida porque ama inmensamente.

            El amor se oculta bajo la apariencia del pan,
            Se va, para quedarse con nosotros.
            No fue necesario tal anonadamiento,
            Pero el amor ardiente lo ocultó bajo esta especie.

            Sobre el pan y el vino dice estas palabras:
            Esto es Mi Sangre, esto es Mi Cuerpo.
            A pesar de ser misteriosas, son palabras de amor.
            Y pasó el cáliz a sus discípulos.

            Se estremeció Jesús dentro de Si Mismo
            Y dijo: uno de ustedes traicionará a su Maestro.
            Callaron, un silencio de tumba,
            Y Juan inclinó la cabeza sobre su pecho.

            La cena terminada,
            Vamos al Getsemaní,
            El amor saciado,
            Y allí ya está esperando el traidor.

+
(2) JMJ

1003   Oh, voluntad de Dios, tú eres mi alimento, tú eres mi deleite.  Anticipa, oh Señor, la Fiesta de la Misericordia para que las almas conozcan el manantial de Tu bondad.

Dios y las almas
Sor Faustina
Del Santísimo Sacramento

1004   Cracovia, 1 III 1937

Oh voluntad de Dios omnipotente,
Tú eres mi deleite, tú eres mi gozo,
Cualquier cosa que me dé la mano de mi Señor
La aceptaré con alegría, sumisión y amor.

Tu santa voluntad, es mi quietud,
En ella se encierra toda mi santidad,
Y toda mi salvación eterna,
Ya que cumplir la voluntad de Dios es la mayor gloria.

La voluntad de Dios son sus distintos deseos,
Mi alma los cumple sin reserva,
Porque éstas son sus divinas aspiraciones
En los momentos en que Dios concede sus confidencias.

Señor, haz de mi lo que Te agrade,
No Te pongo ningún impedimento ni restricción,
Porque tú eres todo mi deleite y el amor de mi alma,
Y yo, igualmente, derramo ante Ti el torrente de mis confidencias.


+
(3) JMJ
Cracovia 1 III 1937

+ Tercer Cuaderno

1005   Dios y las almas

Gloria y adoración a la Divina Misericordia fluya de cada criatura por todos los siglos de los siglos.

1006   + Oh Señor y Dios mío, me haces escribir de las gracias que me concedes.  Oh Jesús mío, si no fuera por una orden clara de los confesores [299] de describir todo lo que sucede en mi alma, yo por mi misma no escribiría ni una sola palabra.  Y si escribo sobre mi, es por una orden clara de la santa obediencia.

1007   + Sea gloria y honor a Ti, oh Santísima Trinidad, Dios eterno; que la misericordia que brota de Tus entrañas nos proteja de Tu justa ira.  Que resuene la alabanza a la inconcebible misericordia Tuya; en todas Tus obras está el sello de Tu insondable misericordia, oh Dios.


1008   1 III 1937.  El Señor me ha hecho saber cuánto le desagrada un alma que habla mucho.  En tal alma no encuentro descanso.  El ruido continuo Me cansa y en ese ruido el alma no distingue Mi voz.


















El exégeta del siglo XXI.

jueves, 6 de agosto de 2015

Diario de Santa Faustina Kowalska, 155-165



155     (74) + Desde hace algún tiempo me sucede sentir en el alma cuando alguien reza por mi, lo siento inmediatamente en el alma; y en cambio cuando algún alma me pide la oración, aunque no me lo diga, yo lo siento igualmente en el alma. Lo siento como una inquietud, como si alguien me llamara; cuando rezo, obtengo la paz.

156     Una vez deseaba mucho acercarme a la Santa Comunión, pero tenia cierta duda y no me acerqué. Sufrí terriblemente a causa de ello. Me parecía que el corazón se me reventaría del dolor. Cuando me dedique a mis tareas, con el corazón lleno de amargura, de repente Jesús, se puso a mi lado y me dijo: Hija Mía, no dejes la Santa Comunión, a no ser que sepas bien de haber caído gravemente, fuera de esto no te detengan ningunas dudas en unirte a Mi en Mi misterio de amor. Tus pequeños defectos desaparecerán en Mi amor como una pajita arrojada a un gran fuego. Debes saber que Me entristeces mucho, cuando no Me recibes en la Santa Comunión.

157      + Por la noche, al entrar en la pequeña capilla, oí en el alma estas palabras: Hija Mía, considera estas palabras: y sumido en la angustia, oraba más tiempo. Cuando empecé a reflexionar mas profundamente sobre ellas, mucha luz me ilumino que de tal fatigosa oración depende a veces nuestra salvación.

158     +  Cuando fui a Kiekrz [87], para sustituir algún tiempo a una de las hermanas [88], una tarde atravesé la huerta y me detuve a la orilla del lago, y durante un largo momento me quedé pensando en aquel elemento de la naturaleza. De repente vi a mi lado al Señor Jesús que me dijo amablemente: Lo he creado todo para ti, esposa Mía, y has de saber que todas las bellezas son nada en comparación con lo que te he preparado en la eternidad.  Mi alma fue inundada de un consuelo tan grande que me quedé allí hasta la noche y me pareció que estuve un breve instante.  Aquel día lo tenia libre, destinado al retiro espiritual de un día [89], (75) pues tenia plena libertad para dedicarme a la oración. Oh, que infinitamente bueno es Dios, nos persigue con su bondad. Con mucha frecuencia el Señor me concede las mayores gracias cuando yo no las espero en absoluto.

159     + Oh, Hostia Santa, Tú estás encerrada para mi
en un cáliz de oro,
para que en la grande selva del exilio
yo camine pura, inmaculada, intacta,
y que lo haga el poder de Tu amor.

Oh, Hostia Santa, habita en mi alma,
Purísimo Amor de mi corazón;
Que Tu luz disipe las tinieblas;
Tú no niegas la gracia a un corazón humilde.

Hostia Santa, Delicia del Paraíso,
Aunque ocultas Tu belleza
y Te presentas a mí en una miga de pan
la fuerte fe desgarra este velo.

160  + El día de la cruzada [90] que es el quinto día de cada mes, cayó en el primer viernes.
Hoy es mi día para estar de guardia delante de Jesús. En este día mío, mi tarea es compensar al Señor por todos los insultos y faltas de respeto, rogar para que en este día no se cometa ningún sacrilegio. En aquel día mi espíritu estaba inflamado de un amor singular hacia la Eucaristía. Me parecía que estaba transformada en el ardor.  Cuando, para tomar la Santa Comunión, me acerqué al sacerdote que me daba a Jesús, otra Hostia se pego a la manga y yo no sabia cual tomar. Cuando estaba deliberando así un momento, el sacerdote impaciente, hizo una señal con la mano para que la tomara. Cuando tomé la Hostia que me entregaba, la otra me cayó en las manos. El sacerdote fue al final del comulgatorio para distribuir la Santa Comunión y yo tuve al Señor Jesús en las manos durante todo ese tiempo. Cuando el sacerdote se acercó otra vez, le di la Hostia para que la pusiera en el cáliz, porque en el primer momento, al haber recibido a Jesús, no pude decir que la otra había caído solo después de haberla pasado. Cuando tenía la Hostia (76) en las manos, sentí tanta fortaleza del amor que durante el día entero no pude comer nada, ni recobrar el conocimiento. De la Hostia oí estas palabras: Deseaba descansar en tus manos, no solamente en tu corazón, y de repente en aquel momento vi al Niño Jesús.  Pero al acercarse el sacerdote, otra vez vi la Hostia.


161 Oh Maria, Virgen Inmaculada,
 Puro cristal para mi corazón,
 Tú eres mi fuerza, oh ancla poderosa, 
 Tú eres el escudo y la defensa para el corazón débil.

Oh Maria, Tú eres pura e incomparable,
Virgen y Madre a la vez
Tú eres bella como el sol, sin mancha alguna,
Nada se puede comparar con la imagen de Tu alma

Tu belleza encantó el ojo del tres veces Santo,
Y bajó del cielo, abandonando el trono de la sede eterna,
Y tomó el cuerpo y la sangre de Tu Corazón,
Durante nueve meses escondiéndose en el Corazón de la Virgen

Oh Madre, Virgen, nadie comprenderá,
Que el inmenso Dios se hace hombre,
Sólo por amor y por su insondable misericordia,
A través de Ti, oh Madre, viviremos con Él eternamente.

Oh Maria, Virgen Madre y Puerta Celestial,
A través de Ti nos ha llegado la salvación
Todas las gracias brotan para nosotros
a través de Tus manos
Y me santificara solamente un fiel seguimiento de Ti.

Oh Maria, Virgen, Azucena mas bella,
Tu corazón fue el primer tabernáculo para Jesús en la tierra,
Y por eso porque Tu humildad fue la más profunda,
Y por eso fuiste elevada por encima de los coros de los ángeles y de los santos.

Oh Maria, dulce Madre mía,
Te entrego el alma, el cuerpo y mi pobre corazón,
Sé [tú] la custodia de mi vida,
Y especialmente en la hora de la muerte,
En el último combate.         

162     (77) JMJ.  Jesús, en Ti confío.  Año 1937, mes I, día 1

Anotación para el control interior del alma. Examen particular – unirme a Cristo misericordioso.  Práctica: el silencio interior, estricta observancia del silencio.

La conciencia

Enero                         Dios y el alma, silencio.
                                   Victorias   -   41, caídas   -  4.
                                    Jaculatoria:     Y Jesús callaba.

Febrero                     Dios y el alma, silencio.
                                   Victorias   -   36, caídas   -   3
                                   Jaculatoria: Jesús, en Ti confío.

Marzo                        Dios y el alma, silencio.
                                   Victorias   -   51, caídas   -   2.
                                   Jaculatoria: Jesús, incendia mi corazón con amor.

Abril                           Dios y el alma, silencio.
                                   Victorias    -   61, caídas   -   4.
                                   Jaculatoria: Con Dios lo puedo todo.

Mayo                         Dios y el alma, silencio.
                                   Victorias   - 92, caídas -   3.
                                   Jaculatoria: En su Nombre está mi fuerza.

Junio                          Dios y el alma, silencio.
                                   Victorias   -   64, caídas   -   1
                                   Jaculatoria: Todo para Jesús.

Julio                           Dios y el alma, silencio.
                                   Victorias   -    62, caídas   -   8
                                   Jaculatoria: Jesús, descansa en mi corazón.

Agosto                       Dios y el alma, silencio.
                                   Victorias   -    88, caídas   -    7
                                   Jaculatoria: Jesús, Tú sabes….


Septiembre               Dios y el alma, silencio.
                                    Victorias – 99, caídas 1
                                    Jaculatoria: Jesús, escóndeme en Tu Corazón.

Octubre                     Dios y el alma, silencio.
                                    Victorias – 41, caídas – 3
                                    Jaculatoria: Maria, úneme a Jesús.
                                   [Aquí viene otra anotación – retiro].

Noviembre                Dios y el alma, silencio.  Victorias, caídas.
                                    Jaculatoria: Oh Jesús mío, misericordia.

Diciembre                 Dios y el alma, silencio.  Victorias, caídas.
                                   Jaculatoria: Te saludo, Hostia viviente.

163 (78) JMJ               Año 1937


Ejercicio general

+ Cuantas veces respira mi pecho, cuantas veces late mi corazón, cuantas veces pulsa la sangre en mi cuerpo, esa cantidad por mil, es el número de veces que deseo glorificar Tu misericordia, oh Santísima Trinidad.

+ Deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti, oh Señor.  Que este más grande atributo de Dios, es decir su insondable misericordia, pase a través de mi corazón al prójimo.

Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla.

Ayúdame a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.

Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos.

Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y más penosas.

Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo.

Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo.  A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerrare en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio.  Que tu misericordia, oh Señor mío, repose dentro de mí.

+ Tú Mismo me mandas ejercitar los tres grados de la misericordia. El primero: la obra de misericordia, de cualquier tipo que sea. El segundo: la palabra de misericordia; si no puedo llevar a cabo una obra de misericordia, ayudaré con mis palabras. El tercero: la oración.  Si no puedo mostrar misericordia por medio de obras o palabras, siempre puedo mostrarla por medio de la oración. Mi oración llega hasta donde físicamente no puedo llegar.

Oh Jesús mío, transfórmame en Ti, porque Tú puedes hacer todo.

[En este lugar hay cuatro páginas en blanco].

164  (83) + JMJ  Varsovia, año 1933

La probación antes de los votos perpetuos [91]

Cuando supe que debía salir a la probación, la alegría latió en mi corazón frente a la gracia tan inconcebible, como lo es el voto perpetuo. Fui donde estaba el Santísimo Sacramento y cuando me sumergí en una oración de gracias, oí en el alma estas palabras: Niña Mía, tú eres Mi deleite, tú eres la frescura de Mi Corazón.  Te concedo tantas gracias, cuantas puedes llevar. Siempre que quieras agradarme, habla al mundo de Mi gran e insondable misericordia.

165  Algunas semanas antes de que me anunciaran la probación, al haber entrado yo un momento en la capilla, Jesús me había dicho: En este momento las Superioras están anunciando cuales de las hermanas tendrán los votos perpetuos. No todas obtendrán esta gracia, pero son ellas mismas las que tienen la culpa. Quien no se beneficia de las gracias pequeñas, no recibirá las grandes. Pero a ti, niña Mía, esta gracia es concedida. Un asombro gozoso envolvió mi alma y eso porque unos días antes una de las hermanas me había dicho, usted hermana, no tendrá la tercera probación.  Yo misma procurare que usted no sea admitida a los votos. No había contestado a aquella hermana, pero eso fue muy desagradable para mí, sin embargo traté de esconder mi dolor, cuanto pude.


Oh, Jesús, que admirable es Tu obrar. Ahora veo que los hombres por si solos pueden muy poco, porque tuve la probación tal y como me había dicho Jesús.

























El exégeta del siglo XXI.

martes, 4 de agosto de 2015

Diario de Santa Faustina Kowalska, 506-514



506   (207) JMJ                                                                                                Cracovia 27 X 1935

         Padre Andrasz – consejo espiritual.

No hacer nada sin el consentimiento de las Superioras.  Esta cuestión hay que reflexionarla bien y rezar mucho.  En estas cosas hay que ser muy prudente, ya que usted, hermana, tiene aquí la voluntad de Dios segura y evidente, porque está unida a esta orden por los votos, perpetuos además; pues no debe haber dudas, y lo que tiene dentro de si, son apenas relámpagos de la creación de algo.  Dios puede hacer algún cambio, pero estas cosas suceden muy raramente.  Hasta que usted no reciba un conocimiento más evidente, no tenga prisa.  Las obras de Dios van lentamente; si son de Dios, los conocerá claramente y si no, se esfumarán y usted obedeciendo no se extraviará.  Pero debe hablar de todo sinceramente con el confesor y escucharlo ciegamente.

            Ahora no le queda, hermana, otra cosa que aceptar el sufrimiento hasta que esto se aclare, es decir, hasta la solución de este problema.  Su disposición respecto a estas cosas es buena y siga así, llena de sencillez y de espíritu de obediencia es una buena señal.  Si usted, hermana, sigue en esta disposición, Dios no le permitirá extraviarse; en la medida en que es posible, mantenerse alejada de estas cosas y si, a pesar de eso, suceden, tomarlas con tranquilidad, no tener miedo de nada.  Está en las buenas manos de Dios tan bueno.  En todo lo que me ha dicho, no veo ninguna ilusión ni contradicción a la fe:  éstas son las cosas buenas de por si y hasta seria bueno que hubiera un grupo de almas que pidieran a Dios por el mundo, porque todos necesitamos oraciones.  Tiene un buen director espiritual y aténgase a él y esté tranquila.  Sea fiel a la voluntad de Dios y cúmplala.  En cuanto a las tareas, haga lo que manden, tal y como lo manden aunque fuera una cosa mas humillante y penosa.  Elija siempre el último lugar y entonces le dirán: Siéntate mas arriba.  En el alma y en el comportamiento debe considerarse la ultima de toda la casa y de toda la Congregación.  En todo y siempre la máxima fidelidad a Dios.

507     (208)  Deseo, Jesús mío, sufrir y arder con el fuego del amor en todos los acontecimientos de la vida.  Pertenezco a Ti entera, deseo abismarme en Ti, oh Jesús, deseo perderme en Tu divina belleza.  Tú me persigues, Señor, con Tu amor, como un rayo del sol penetras dentro de mí y transformas la oscuridad de mi alma en Tu claridad.  Siento bien que vivo en Ti como una chispa pequeñita absorbida por un ardor increíble, en que Tú ardes, oh Trinidad impenetrable.  No existe un gozo mayor que el amor de Dios.  Ya aquí en la tierra podemos gustar la vida de los habitantes del cielo por medio de una estrecha unidad con Dios, misteriosa y a veces inconcebible para nosotros.  Se puede obtener la misma gracia con la simple fidelidad del alma.

508     Cuando se apodera de mi el sentido de desgana y de monotonía en cuanto a mis deberes, entonces me recuerdo de que estoy en la casa del Señor donde no hay nada pequeño, donde de la pequeña acción mía, llevada acabo con la intención dirigida al cielo, puede depender la gloria de la Iglesia y el progreso de mas de un alma, pues no hay nada pequeño en el convento.

509     Entre las contrariedades que estoy experimentando, recuerdo que el tiempo de la lucha no ha terminado, me armo de paciencia y de este modo venzo a mi adversario.


510     No busco con curiosidad la perfección en ninguna parte, sino que penetro en el espíritu de Jesús y contemplo sus acciones que tengo relatadas en el evangelio y aunque viviera mil años, no agotaría lo que en él esta contenido.

511      Cuando mis intenciones no son aceptadas y [mas bien] condenadas, no me sorprendo mucho, ya que sé que solamente Dios penetra mi corazón.  La verdad no se pierde y el corazón herido se tranquilizara con el tiempo y mi espíritu se fortalece en las contrariedades.  No siempre escucho lo que me dice el corazón, sino que pido a Dios luz; cuando siento que he recuperado el equilibrio, entonces hablo más.

512     (209) El día de la renovación de los votos.  La presencia de Dios inundó mi alma.  Durante la Santa Misa vi. a Jesús que me dijo estas palabras: Tú eres para Mí un gran gozo, tu amor y tu humildad hacen que dejo los tronos del cielo y Me uno a ti.  El amor allana el abismo que hay entre Mi grandeza y tu nulidad.

513     El amor inunda mi alma, estoy sumergida en el océano del amor, siento que me desmayo y me pierdo completamente en Él.


514     Oh Jesús, haz a mi corazón semejante al Tuyo, o más bien transfórmalo en Tu propio [Corazón] para que pueda sentir las necesidades de otros corazones y, especialmente, de los que sufren y están tristes.  Que los rayos de la misericordia descansen en mi corazón.


















El exégeta del siglo XXI.